El acné se produce por la obstrucción de las glándulas sebáceas de la piel, bien porque la producción de grasa o sebo es elevada, bien porque se cierran o taponan las glándulas dando lugar a la proliferación de las bacterias.
Las glándulas sebáceas ayudan a mantener la piel lubrificada y a eliminar las células cutáneas viejas, pero si producen demasiado aceite los poros se obstruyen y acumulan suciedad y bacterias. Así aparece, los puntos negros, espinillas y los granos inflamados. Está muy relacionado con los niveles hormonales en el organismo, sobre todo con las hormonas sexuales masculinas (andrógenos) y la testosterona.
Causas de aparición del acné
- Cambios hormonales relacionados con los periodos menstruales, el embarazo o el estrés.
- Cosméticos o productos para el cabello que resultan grasos y obstruyen los poros (acné cosmético), como aquellos que contienen lanolina.
- Algunos fármacos que incluyen esteroides o testosterona en su composición.
- Niveles altos de humedad ambiental y sudoración.
Cuidados para prevenir y controlar el acné
- Limpiar la piel suavemente con un jabón neutro que no reseque y quitar toda la suciedad o maquillaje. Lavarse una o dos veces al día, incluso después del ejercicio. No obstante, se debe evitar el lavado excesivo o repetitivo de la piel, que irrite y estimule la producción de sebo.
- Peinarse o llevar el pelo hacia atrás para mantenerlo fuera de la cara. Evitar el flequillo.
- No rascar, frotar o intentar extraer los granos, ya que se pueden ocasionar cicatrizaciones e infecciones de la piel.
- Evitar tocarse la cara con las manos o los dedos.
- Evitar las cremas o cosméticos grasos y utilizar fórmulas a base de agua.
- No exponer la piel al sol. Aunque en un principio parezca que la piel se seca y los granos desaparecen, después volverán a salir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario