¿Qué es la piel atópica?

¡Hola chic@s!

Este mes es el mes de la piel atópica, por ello queremos hablaros sobre ésta enfermedad de la piel que afecta al 5% de los adultos y hasta el 20% de los niños en todo el mundo.

La piel atópica se trata de un trastorno prolongado y crónico de la piel que se caracteriza por la sequedad, descamación e irritabilidad de ésta. La piel, a menudo, evoluciona en brotes que causan molestos síntomas.

A día de hoy, no existe una cura conocida, pero el cuidado periódico y homogéneo de la piel puede protegerla y calmar sus síntomas.

La dermatitis atópica, también conocido como eccema atópico, es una enfermedad de la piel que se presenta en la cara y cuerpo de bebés, niños y adultos por igual.
La incidencia va en aumento, sobre todo en la zona occidental, en la cual se ha producido un incremento de hasta el triple de casos conocidos, respecto a hace 30 años.

En los adultos, la erupción afecta, principalmente, a la zona del cuello y el escote, los pliegues de los codos, las manos y pies, y pantorrillas así como la cara y el cuero cabelludo en algunos casos. Sus síntomas y las zonas de aparición afectadas son distintas en los bebés y en los niños.

Las personas que sufren dermatitis atópica suelen sufrir otros problemas consecuentes como la falta de sueño, estrés, discriminación y baja autoestima.

No se conoce la causa originaria de la dermatitis atópica, pero existen pruebas que la vinculan con el asma y la fiebre del heno.

Además de realizar una buena rutina de cuidado diario de la piel, algunos cambios en nuestros hábitos de vida pueden calmar los síntomas de la piel atópica, como por ejemplo usar prendas de algodón, mantenerse a temperaturas bajas para evitar el sudor y evitar consumir alimentos desencadenantes.

Como hemos dicho, cuidar nuestra piel adecuadamente puede calmar los síntomas de la piel atópica ya que éste tipo de pieles carecen de los factores hidratantes naturales de la piel como los aminoácidos y su formación de lípidos de barrera no es perfecta.
Éstos factores hacen que la barrera subcutánea de la piel sea débil y que las capas inferiores sean más propensas a sufrir infecciones por el rascado con las uñas.

Los propios síntomas de ésta enfermedad también son sus propios desencadenantes. Al estar seca, la piel pica, por lo que la persona que tiene piel atópica se rasca.
Al rascarse, altera la función de barrera de la piel, por lo que las capas subyacentes quedan expuestas y vulnerables frente a las infecciones por agentes del medio.
Las bacterias causan irritación, por lo que la persona sigue rascándose.
A ésto se le conoce como el "ciclo de la piel atópica".

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