jueves, 10 de octubre de 2013

¿QUÉ ES LA GRIPE?





La gripe es una infección vírica que afecta el sistema respiratorio y se contagia fácilmente. Generalmente ocurre una epidemia estacional invernal cada año, y constituye una pandemia en el mundo cada 20 o 30 años, acompañada de un alto índice de morbilidad y mortalidad. 



Durante los dos últimos siglos se han registrado seis pandemias, en 1900, 1918 (gripe española), 1957 (gripe asiática), 1968 (gripe de Hong Kong), 1977 (gripe rusa) y 2009 (gripe A), siendo la pandemia de la década de 1918 la que causó más muertes en todo el mundo, con cerca de 30 millones de víctimas. 


Existen tres tipos de virus que producen la gripe (A, B y C) pertenecientes a la familia Orthomyxoviridae. Los virus A y B pertenecen al género Influenzavirus y el C al géneroInfluenza C. Los virus B y C afectan principalmente al hombre. El virus A se ha aislado en poblaciones de patos, seres humanos, cerdos, caballos y mamíferos marinos, siendo el más agresivo de los tres géneros y el responsable de las pandemias. 

El virus que produce la gripe tiende a cambiar continuamente, ya sea por mutaciones o por reordenación genética; de esta forma, evita la inmunidad adquirida por el huésped. El virus A ha cambiado en varias ocasiones a lo largo de los últimos 100 años. Las aves son probablemente el origen de los nuevos genes introducidos en las pandemias del siglo pasado. Durante la década de 1990 una variante mortal del virus de la gripe aviar (H5N1) provocó decenas de muertes en Asia. En 2009 apareció la neogripe A (H1N1).

El virus de la gripe inicialmente se une a las células de la mucosa de las vías respiratorias superiores (células secretoras de mucosidad, células ciliadas y células epiteliales) y las destruye, eliminando así el primer sistema de defensa del sistema respiratorio, y posteriormente puede alcanzar las vías respiratorias inferiores causando una descamación grave del epitelio bronquial o alveolar.

Además de afectar las defensas naturales de las vías respiratorias, la gripe facilita la adhesión de las bacterias a las células epiteliales, dando como resultado una infección bacteriana secundaria, que puede llegar a desencadenar una neumonía. 



Prevención de la gripe


La gripe se transmite normalmente de persona a persona, y debido a que la transmisión suele producirse cuando el infectado ni siquiera sabe que tiene el virus, la prevención no resulta fácil. Se pueden tomar, no obstante, una serie de precauciones, para la prevención del contagio de la gripe, o que este resulte lo más leve y llevadero posible.

Extremar la higiene: lavarse las manos frecuentemente, especialmente tras tocar algún objeto o superficie, y en cuanto lleguemos a casa tras viajar en transporte público. Al lavarse las manos, hacerlo despacio y a conciencia, sin que quede ninguna zona sin limpiar.

Llevar encima una solución limpiadora desinfectantepara usarla cuando no se disponga de agua y jabón. 



Desterrar el hábito de tocarse la boca, la nariz o los ojos: el virus penetra a través de las mucosas, y si hemos tocado a una persona o superficie contaminadas y no nos hemos lavado las manos después, facilitaríamos la diseminación del virus. 



Mantener la casa limpia y desinfectada, especialmente los lugares donde se cocina o come, sobre todo si ya hay un enfermo en la familia. Limpiar también más a menudo los pomos de las puertas, el baño, las superficies de los muebles, el teléfono, etc. porque el contagio también se produce por contacto directo con una superficie contaminada. 



Ventilar el hogar: todas las mañanas es conveniente abrir las ventanas y ventilar la casa durante diez minutos aproximadamente. Así se renueva el aire y si algún miembro de la familia está afectado es más fácil evitar el contagio. 



Evitar, siempre que sea posible, el contacto con una persona infectada: esto, lógicamente, solo es posible cuando ya se conoce el estado del infectado. Sin embargo, en épocas en las que tradicionalmente se desarrolla la gripe, y sobre todo cuando una epidemia está en marcha, es mejor no acudir a lugares cerrados donde se concentren muchas personas, como centros comerciales, cines o restaurantes. 



Taparse la boca al estornudar o toser, preferiblemente con un pañuelo de papel desechable, para evitar que las gotas respiratorias expulsadas contaminen a otras personas. Después de sonarse los mocos, hay que tirar el pañuelo utilizado a la basura y lavarse las manos inmediatamente. 



No hay que compartir objetos ni ropa con personas enfermas que, si es posible, deberían dormir en una habitación aparte para no contagiar al resto de la familia. 



Vacunarse: las personas que pertenecen a los denominados grupos de riesgo (mayores de 65 años, niños menores de 5 años, personas inmunodeprimidas a causa de una enfermedad o tratamiento, y aquellos que padecen afecciones cardiacas o respiratorias) deben vacunarse. También es conveniente que se vacunen las personas cuya profesión les hace estar en contacto con mucha gente, como los profesionales sanitarios, los maestros, los cuidadores de niños o ancianos, etc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario