Se trata de los desequilibrios musculares, algo que puede suceder tanto en deportistas profesionales como en amateurs y que tiene mucho que ver con su rutina diaria de entrenamiento.
El desequilibrio muscular en sí consiste en que unos músculos se desarrollan más en un hemisferio del cuerpo que en el otro, como por ejemplo lo que sucedería si tan sólo realizas mancuernas con el brazo derecho y nunca con el izquierdo, al final terminaría pasando lo que se muestra en la imagen de cabecera de este post.
El problema de esto no es sólo el hecho de que la apariencia se altere, ya que si tonificas tu cuerpo de forma desigual se nota y muchos pueden apreciar que no has realizado bien el ejercicio.
El verdadero problema de esto es que se pueden generar patologías o efectos negativos en nuestro organismo ya que nuestro peso no está bien repartido y podríamos padecer fácilmente un mayor desgaste de los discos intervertebrales, lumbalgia, dolor de espalda, una mayor gravedad en nuestras lesiones deportivas e incluso dolores tras acabar el entrenamiento.
Es muy fácil que el peso de nuestro cuerpo no se reparta adecuadamente y terminemos adoptando posturas incorrectas, desviaciones e incluso podríamos sobrecargar unas zonas del cuerpo más que otra como por ejemplo podríamos cargar más peso con una pierna que con la otra.
Si padecemos un desequilibrio muscular, ya sea porque no hemos entrenado bien o porque hayamos tenido una zona del cuerpo inmovilizada y hemos seguido con el ejercicio en las demás, es importante tratar de corregirlo lo antes posible fortaleciendo la zona muscular menos desarrollada y dejando se trabajar tanto en la que está desarrollada para que así "alcance a la otra".
Un buen entrenador y un fisioterapeuta podría ayudarnos a detectar rápido si existe un desequilibrio y a solucionarlo con eficacia.
Nuestro cuerpo debe desarrollar sus músculos de forma equitativa en ambos lados porque un desequilibrio desencadena otros problemas que podrían empeorar nuestra calidad de vida, pero también debemos no sólo preocuparnos por no sufrir un desequilibrio lateral ya que si, por ejemplo, una persona hace muchas pesas en el gimnasio pero no trabaja las piernas se terminará por provocar un desequilibrio que está en ambos lados iguales pero no lo está con respecto a la parte superior con la inferior y en este caso las piernas no estarían lo suficientemente ejercitadas para cargar con todo el peso de la musculatura que hemos desarrollado en la parte superior.
Lo ideal es siempre trabajar cada músculo de forma equitativa al resto y así si aumentamos nuestra masa muscular lo hará equilibradamente mejorando en gran medida nuestra calidad de vida.
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