Prevenir las arrugas de la frente

En La Parafarmacia de Miren sabemos que la pérdida de elastina y colágeno de nuestra piel aumenta a medida que nos hacemos mayores, siendo la principal responsable de la aparición de arrugas en nuestro rostro.

Sin embargo, hay zonas que envejecen ante que otras, como la frente, debido a las expresiones faciales que arrugan esta zona del rostro continuamente u otros factores como un mal cuidado de la piel, una dieta carente de minerales y vitaminas esenciales, largas exposiciones al sol, etc...

Sabemos que limpiar la piel de nuestra cara dos veces al día es principal para evitar daños prematuros a causa de la acumulación de suciedad, residuos, restos de maquillaje, etc. Pero no solo basta con esto, también debemos realizar limpiezas faciales en profundidad una vez al mes.

La diferencia entre ambos tipos de limpieza es que, con esta última, nuestra piel se oxigena desde el interior y su regeneración celular se realiza correctamente, permitiendo así retrasar el envejecimiento de la piel, luciendo un rostro más bonito y luminoso.

Para realizar este tratamiento podemos acudir a un centro de estética profesional, pero también podemos hacerlo en casa siguiendo los siguientes pasos:

1. Lava el rostro con agua tibia o fría y usa un limpiador facial que esté adaptado a tu tipo de piel.

2. Relaja los músculos faciales realizándote un suave masaje por la frente, barbilla, entrecejo y el cuello.

3. Aplícate una loción exfoliante por toda la cara para retirar las células muertas.

4. Realiza vaporizaciones para abrir los poros de la piel para que así, los tratamientos posteriores, penetren mejor en tu piel.

5. Aplica un tónico facial para refrescar tu cutis, y después, aplica tu crema hidratante habitual.

Si lo que quieres es prevenir las arrugas de la frente debes saber que a partir de cierta edad, no solo vale hidratar la piel, también es necesario utilizar otro tipo de cosméticos como las cremas antiedad.

Su uso está recomendado a partir de los 25 años de edad, ya que con el paso del tiempo, la producción de elastina y colágeno disminuye, provocando que la piel pierda su elasticidad y flexibilidad, haciéndola una víctima fácil de las arrugas